Historia de plumas.

Cuando el arca tocó tierra firme
Noé complacido miraba
que miles de pájaros libres,
del arca volaban volaban.

Palomas, gorriones, zanates
también las demás variedades
gaviotas y guardabarrancos,
toditos surcaron los mares.

Aquellos remolinos de aves
entonces las tierras poblaron,
y en cada lugar de este mundo
muy pronto se multiplicaron.

Los pequeños ya vuelan alegres
juntos van a la escuela cantando,
pero hay uno que va solitario
el zanate va triste y llorando.

Nadie le habla camino a la escuela,
le dan bromas los negros y blancos,
solo hay uno que amistad le ofrece
¡pequeñín!  ¡es el Guardabarranco!

El Zanate ya tiene un amigo,
y comparten gusanos y frutas,
hasta salen de la escuela juntos,
y regresan por la misma ruta.

Los gorriones ya quieren jugar,
las palomas también hacen rueda,
el Zanate y su amigo en el centro
se divierten lo más que se pueda.

Este cuento ya está terminando,
así acaba esta historia de plumas,
del Zanate que asiste a la escuela
y se duerme a la luz de la luna.

Ilustración de Valeria Zelaya L.