UN CIUDADANO DISTINGUIDO.

UN CIUDADANO DISTINGUIDO.

Entre las cosas especiales que me han ocurrido sin duda está el pergamino de “CIUDADANO DISTINGUIDO” que me otorgó el consejo municipal de la Alcaldía de León en el año 2012. Para ese tiempo me encontraba tramitando mi jubilación luego de un período de 2 años en que fui representante sindical de los docentes en la Facultad de Medicina de la UNAN León. Ese honor me fue conferido por causas eminentemente culturales y llegué a la conclusión que debía aceptarlo como un presente de la ciudadanía y no del gobierno en el poder. Para algo me iba a servir.

En esa época, en muchas calurosas tardes del verano iba con amigos a “La Tertulia”, un centro de encuentros, cuyo propietario, el español Manuel Tapial no había podido definir en el formulario para el permiso que tipo de establecimiento era el suyo, pues allí había de todo un poco. A Manuel no le gustaba que le llamaran bar a su centro. Se vendía cerveza, se hacían recitales de poesía, se vendía comida, se hacían talleres, reuniones de grupos culturales, etc. Todos la pasábamos bien en La Tertulia hasta que unos vecinos empezaron a quejarse del ruido en horas de la madrugada, según la denuncia. La policía decidió cerrar el centro y Manuel se puso triste. A puertas cerradas nos contó el percance. El pelón (Manuel) buscó apoyo entre la gente que asistía a La Tertulia y se elaboró una lista con las firmas de quienes mostraron su solidaridad. Fue entonces cuando se me ocurrió utilizar mi título otorgado por la alcaldía. Hice una fotocopia del diploma y escribí sobre él con letras grandes: “Yo apoyo la reapertura de La Tertulia” y debajo mi firma. Esa hoja de papel se adjuntó al resto de firmas y Manuel inició días después el proceso de apelación ante las autoridades.

Habían pasado unos diez días cuando el Pelón nos dio la noticia con alegría y entusiasmo de la reapertura de La Tertulia. Por supuesto había que celebrarlo. Nos reunimos con cervezas y guitarras para reiniciar las actividades del centro. Manuel nos mostró el documento de la resolución que había dado la policía. En una de sus partes se leía: “Y habiendo mostrado el Sr. Manuel Tapial la documentación requerida según la ley que rige a los establecimientos dedicados a la diversión y habiendo mostrado el apoyo de su clientela a través de firmas presentadas por la espontánea voluntad de los mismos, entre los que se encuentra el “Ciudadano Distinguido de la ciudad de Santiago de Los Caballeros de León” el Sr. Juan Centeno, se otorga el correspondiente permiso para continuar operando en el centro registrado ante autoridad competente como La Tertulia. Dado en la ciudad de León… bla bla bla etc. etc. etc.

Definitivamente quise creer que mi título real o municipal había ayudado al amigo. Me sentía muy orgulloso mientras brindábamos por aquel triunfo que se había conseguido con mi pequeña contribución.

En 1997, a Paul McCartney la reina Isabel II lo nombró caballero por sus “servicios a la música” y le otorgó el título de “SIR PAUL”. En 2012 a Juan Centeno la alcaldesa Santos Roque le otorga pergamino nombrándolo “CABALLERO DISTINGUIDO” de la ciudad de Santiago de Los Caballeros de León de Nicaragua por su valiosa contribución en la poesía en pro del desarrollo de la cultura.

No me puedo quejar.

Juan Centeno/

León/03/11/2022


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