El cardenal salvador.

Hace varias décadas, cuando aún no terminaba el siglo XX, la Diosa de la Naturaleza reunió a todos los animales del reino, claro… del reino natural, porque antes nos habían enseñado que había el reino vegetal, animal y mineral. Ahora son dos, reino natural y reino artificial. La Diosa habló con todos exponiéndoles el gran desastre que se avecinaba si los seres humanos continuaban haciendo daño al planeta. “He escogido a uno de ustedes – les dijo – para que se convierta en el salvador del reino natural”, los animales más fuertes se sintieron aludidos y empezaron a murmurar… el león, el elefante, el tigre. No hijos míos, continuó. No es ninguno de Ustedes. Será… un ave!. Para que vuele alto y cante, y que su canto haga reflexionar a los seres humanos sobre el futuro que nos espera. El águila y el Cóndor creyeron ser los elegidos y desplegaron sus grandes alas en señal de aprobación. Tampoco es uno de Ustedes mis alados hijos. Quien se encargue de salvar a nuestro reino es un pequeño pájaro cantor, él habrá de llevar el mensaje que abra los ojos al mundo sobre el peligro que se avecina. Quien será? Quien será? Se oía el rumor. La Diosa agregó entonces: serás tú pequeño Cardenal, desde hoy cantarás a los cuatro vientos tu mensaje de salvación. Aquel pájaro levantó vuelo y desde entonces no ha parado de cantar. Por su misión encomendada fue llamado a partir de ese momento el Cardenal Salvador. Esto ocurrió hace mucho tiempo. Hoy en día para despistar a los seres humanos aquel pájaro cantor cambió el orden de su nombre y se le conoce como: Salvador Cardenal.

 (Juan Centeno/abril/2009)